De
nuevo en la soledad de los jueves,
en
ese mar azul de ocaso límpido,
solitario
cielo de agua dulce.
Bajo
la tarde las horas son hojas
que
se desgajan del tiempo.
Se
estanca el espacio en un espejo de agualluvia.
Todas
las horas se ahogan
en
la vastedad despejada de la tarde.
Fruta
servida al sol son mis ojos cansados,
el
sopor marchita mis pasos.
Mi
cuerpo es molido
bajo
el peso del atardecer
de
nuevo en la soledad azul.
Hugo Oquendo-Torres
Sombra de un
verano
23 de Octubre 2013