“Cuando siento la música,
entro adentro de ella”.
-Ponto
de Equilibrio-
La
paz de mí mismo,
la
paz de mi cuerpo no tiene quantum.
Me
he tardado años para descubrir algo simple.
En
lo profundo, en lo bello,
en
lo trascedente de la nada.
En
lo estéticamente eterno de lo simple.
Esa
serenidad longeva del tiempo
que
se mece cual bambú.
Pacífica
espera de la roca sumergida en el arroyo.
Dejarse
adormecer por el canto flexible de las aves.
Dejarse
caer en la mano oscura del silencio
para
abrazar la soledad cansada.
Dejar
penetrar el cuerpo por la levedad de la brisa prístina
para
abrir los ojos ante la montaña muda.
El
cuerpo en silencio percibe los pasos lentos de los árboles
que
meditan en la noche bosque.
Lenguas
de fuego, semillas de trigo
que
nutren la llama de mi aliento.
Con
voz pausada se adhiere a mi piel la noche,
una
luciérnaga me anuncia la paz.
Hugo Oquendo-Torres
Poética de lo
simple
24 de Octubre 2013