Creo en tu amor combativo como
creo en ti,
en el barro, en la bota y en
la ira fecunda.
Mi espiritualidad sin dogmas
es tu cuerpo que se desgrana en lucha y arroja sus frutos de sol en la vera de
mi paso.
Creo en tus sueños como creo
en la mañana nueva que es empujada por el puño del hambriento.
Los nuevos soles abren sus
alas de sal, siendo esta breve nota un disparo en la noche ciega.
Disparo de hiel.
Soy leal a tu sombra en mi
boca y al limonero que se erige en la colina.
Soy leal al sudor de los
niños que corren tras las mariposas amarillas de febrero.
Siembro semillas de mi
esperma en las palabras de piel negra.
Las manos abren sus alas de
gaviotas.
Creo en ti porque llevas el
hierro agarrado en tus manos, pues en tu cuello pesa.
Creo en el escándalo de la
vida que preña los sueños diurnos.
Una mariposa abre sus
piernas.
Hugo Oquendo-Torres
La noche tiene labios subversivos
19 de Julio 2013