Qué es el pobre sino su
esperanza.
Aquella que deposita en su
bolsillo viejo,
puesto que de todo ha sido
desposeído.
Hasta de sus sueños, porque
aun el acto de respirar le cuesta y su cuerpo se ha vuelto mercancía de feria.
Qué es el pobre sino su día
a día, pues el mañana es un paso anhelado.
Para ella, él, no existe
nada más concreto que el pan que se muele en su boca.
Su resistencia es una medida
contingente ante el precio de la muerte, la cual no es un supuesto en la puerta
de su casa.
Ya su sangre se la han
absorbido los bancos y sus huesos se los ha expropiado la historia.
Qué es la esperanza sin el
pobre que la camina a pie desnudo.
La vida es del pobre, porque
ella, él, siempre la re-crean aun desde el vacío de la nada.
Hugo Oquendo-Torres
Sombra de un verano
16 de Julio, 2013.