martes, julio 16, 2013

Ella, él, caminantes.


Qué es el pobre sino su esperanza.
Aquella que deposita en su bolsillo viejo,
puesto que de todo ha sido desposeído.
Hasta de sus sueños, porque aun el acto de respirar le cuesta y su cuerpo se ha vuelto mercancía de feria.
Qué es el pobre sino su día a día, pues el mañana es un paso anhelado.
Para ella, él, no existe nada más concreto que el pan que se muele en su boca.
Su resistencia es una medida contingente ante el precio de la muerte, la cual no es un supuesto en la puerta de su casa.
Ya su sangre se la han absorbido los bancos y sus huesos se los ha expropiado la historia.
Qué es la esperanza sin el pobre que la camina a pie desnudo.
La vida es del pobre, porque ella, él, siempre la re-crean aun desde el vacío de la nada.








Hugo Oquendo-Torres
Sombra de un verano

16 de Julio, 2013.