jueves, enero 10, 2013

Sombra de un verano


Huyo de ti, de tu sombra.
Huyo de ti mujer con sombrero de copa.
Huyo de ese visceral dolor que me producen tus labios en mi boca. 
De esa silueta púrpura diluida en el sopor de la tarde.
Antes me negaba a ello, pero hoy, al borde del suicidio, muy cerca del umbral de la esquizofrenia vino tinto, en el vórtice del séptimo piso he dejado volar como gaviotas las hojas sueltas de mis poemas blancos.
A lo lejos suena la guitarra trayendo a mi mente cual ola que lava la playa de los jueves, esos desgastados recuerdos de marea baja que se han consumido como suelas de zapatos viejos.
Huyo de ti porque me produce terror tu cintura profana, ese cielo domesticado incrustado en tus huesos.
A tu nombre le tengo miedo.
No puedo negarlo, es una verdad, cada instante que vuelven a mis manos como repetidas hondas, tus perfumes de feria, mis muelas son rotas.
Huyo de ti cual perro con mal de rabia, porque hace eco en los rincones de mi silencio tu simple voz.
Algún día yo seré tu espanto y mi simple sombra tu zozobra.
Me avades.
Te busco.
Huyo de ti.
Seré libre.





Hugo Oquendo-Torres
Sombra de un verano.
20 de Diciembre, 2012