lunes, septiembre 16, 2013

Una capilla en tu ombligo.


Hoy 
quiero construir una capilla
con su campanario 
en el borde de tu ombligo,
para que en la punta de tus senos 
los dioses se muerdan a besos.
Abro las piernas de la palabra, 
un orgasmo, 
la evolución vuelve a palpitar.
Que el sacramento de tu espalda 
se abra cual libro 
ante el canto del alba.
Camino la utopía en la playa de tu pierna.
Este poema lo escribo 
en tu piel de lluvia,
hoja en blanco 
que se escurre.





Hugo Oquendo-Torres
Poética de lo simple
02 de Enero, 2013