domingo, septiembre 16, 2012

Piedra y carne


Tendré fuerzas, mi cuerpo no ha muerto.
Me he amamantado del cosmos.
Mis palabras no se han disecado.
Me he ombligado a la tierra.
Aún la poesía desde mis tripas no ha muerto.
La puesta del sol maduro no ha llegado a mi boca.
Mi espíritu no se doblegará.
No se incendiaran mis huesos.
Seguiré a paso firme de océano.
Mis ojos los he depositado en el pecho del árbol de la vida.
Un nuevo ciclo de plata nacerá de esta noche salmuera.
Y así se envejezcan los siglos, con la leche de las estrellas seré eterno.
Como lo soy ahora en la memoria del lunar en tu cuello y en la humedad de estas palabras de exilio.
Mi cuerpo ya es libre porque arde esta poesía debajo de tu piel.








Hugo Oquendo-Torres
Poética del cuerpo desnudo
16 de Septiembre, 2012