miércoles, agosto 28, 2013

Sentir


Esa esperanza violenta 
que se teje en la mano del sin-nombre,
de aquella que son testigos los cafetines,
de aquella que deja escapar su mano 
como un ahora fugaz.
Que se escurre 
en las paredes manchadas por el tiempo,
en las nubes preñadas 
de sueños hambrientos,
donde una palabra estrecha
se pudre en los libros.
Vuelan los cuervos de abril.
Esa esperanza violenta 
que es la poesía,
fruto de profanaciones febriles.
Vuelan los cuervos de abril,
en el silencio 
vibran las cuerdas de la noche.





Hugo Oquendo-Torres
La noche tiene labios subversivos
10 de Agosto, 2013